jueves, 17 de febrero de 2011

Final anunciado

A las 6:10 de la madrugada del domingo llegué a la conclusión de que algo te pasaba. La noche anterior, después de que él saliera a jugar al póker con sus amigos, había estado hablando por teléfono con vos. O eso me hubiera gustado. Estabas distante y esquiva aunque no podía decir que se debiera a ese humor de perros, tan característico. De hecho, sabiendo lo que ahora sé hubiera dado mi vida porque se tratara de una de tus rabietas habituales. Pero entonces no tenía más que la sensación de algo raro.

Ese sábado lo habías pasado, como de costumbre, con el amor de tu vida. "Mi Sol", lo llamabas cuando te dirigías a él. Y así como los antiguos egipcios veneraban a Ra, vos idolatrabas a tu propio dios. Sin embargo, como toda deidad que se precie de tal, vos para él no eras más que su súbdita, su vasalla, y como eso te trataba: bien cuando todo era de acuerdo a su voluntad; mal cuando se lo negabas en tu derecho, o simplemente cuando se le cantaba el orto. Dabas todo por él (cocinabas, planchabas, limpiabas, etc.), y sin embargo solamente recibías huesos pelados. Entonces, como toda deidad, era también falso.

Aquella misma mañana, después de acompañarte ver esa película que tanto querías, pensó que tenía derecho a una "compensación". No te sentías bien, te dolía la cabeza. Pero él gritó, estalló en furia y prepotencia. "Ingrata puta de mierda", oyeron los vecinos, indiferentes (e inmediatamente fuiste la "ligerita" del edificio). Esta vez no sólo te pegó (ahora sé porqué te engripabas tan seguido), sino que tomó por suyo tu cuerpo e hizo su voluntad que no era la tuya. Lloraste.

No hubo príncipe azul.

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El domingo te pidieron perdón. Siempre lo hacía luego de aquellos ratos en los que abandonaba su disfraz de distinguido caballero occidental y cristiano para mostrar su auténtico rostro de repugnante bestia; facetas que, dicho sea de paso, pueden no resultar nada contradictorias si son bien analizadas. La cuestión es que dijo que te amaba, que nunca quiso hacerte daño, que eras su mujer y solamentete pedía que lo entendieras. Que últimamente le estabas dando más bola "a ese intelectualoide amigo tuyo" (that would be me) que a él. Mentira: hace años que nos juntamos en el mismo café, a la misma hora, dos veces al mes para hablar las mismas boludeces. Y no sé porqué doy tantas explicaciones.

Esa vez no le creíste. No sentiste la culpa que siempre te hizo sentir. Viste que él y sólo él era el victimario.

El lunes tomaste el valor que necesitabas: nadie nunca te había enseñado a rebelarte contra el opresor. Más bien al contrario, te habían dicho que la clave del éxito era su éxito. Aun así te diste cuenta del abismo en el que estabas cayendo desde hacía tiempo. Fue por eso que fuiste a la comisaría a radicar una denuncia, que un agente, muy gentil, asentó. Pero bueno. Si la Justicia argentina no fuera lenta entonces no sería argentina dicen por ahí. Yo no lo veo así. Aunque sí es lenta. Y parece más lenta cuando hay dinosaurios (y no lo digo por lo viejo de sus cuerpos sino por lo arcaico de sus ideas), tanto machos como hembras, en todos los estratos del Estado, que no entienden como las mujeres pueden tener, no los mismos derechos que los hombres (eso sería sedición ya), pero más derechos que en la Edad Media. Tendrían que haberte protegido.

Si hubieras acudido a mí... Estoy seguro de que no querías ver ningún hombre. No puedo creer que no me haya dado cuenta. Nunca tuve la oportunidad de demostrarte que no somos todos iguales. Poco importa eso ahora.

Volviste a tu casa pensando que estabas a resguardo de alguna manera. Sabías que él estaba trabajando ("rompiéndose el culo para mantenerte", en sus palabras) y aprovechaste para llevarte algunas cosas. Acto seguido te fuiste a lo de tu hermana y le contaste todo por lo que estabas pasando. Esta conversación me la contaría unos días después. Ella sospechaba de él desde hacía tiempo ya, y sin embargo nada había podido hacer cuando lo defendías ciega. A su lado lamentaste la vida de mierda que te había tocado, aunque con la esperanza de que, de alguna manera, la felicidad tuviera que estar en algún lado.

Tan fuerte eras.

Inevitablemente, él se enteró de todo cuando llegó a la casa y vio que te habías llevado tus pertenencias más queridas. Se imaginó dónde estabas y hacia allí se dirigió sin preocuparse por llevar su máscara. Tu hermana había salido unos minutos a comprar víveres.

"Si no sos mía, no sos de nadie".

Se ensañó. No tuviste oportunidad.

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La investigación reveló algunas cosas y avanza, pero ahora yo sólo puedo hablar con una lápida.

lunes, 10 de enero de 2011

Toujours la même histoire...

Deux heures pour l'aube.

Il y a des moments comme ceci, quand je ne suis accompagné que par mon âme, devant l'ordinateur, la maison en profond silence, où je sens la Solitude respirer à mon côté. Et moi, je me demande s'il y a quelqu'un là-bas, dans quelque part, qui entend mon soupir...

Il y a des moments comme ceci où je me demande si l'Amour existe vraiment ou s'il est un fantôme qui se promène dans la nuit des solitaires. 

Mais les fantômes n’existent pas. Alors, l'Amour ne peut pas être un fantôme, car il existe. Je le vois tous les jours, quand elle le regarde si tendrement.


Disculpen mi francés. Se aceptan correcciones ;)

domingo, 22 de agosto de 2010

X0 = Cultura

En problemas de Economía (me imagino que otras ciencias, como la Física, también), más precisamente en problemas de valores iniciales de sistemas dinámicos , X0 representa el punto inicial que establecemos a partir del cual la variable va a moverse en función de otra, como puede ser el tiempo. Crecerá, decrecerá o permanecerá constante, pero para poder observar su evolución necesitamos establecer ese punto inicial.

Algo así vendría a ser la cultura. Una de esas cosas con las que las personas suelen venir cargadas. Que es transmitido por su entorno, y a partir de lo cual construyen su vida, sus gustos, su identidad. Su "juicio crítico", según la Real Academia. A su vez uno puede crear cultura, adquirirla, venderla, imponerla, probarla, intercambiarla, moldearla, experimentar. No es estática. Se crea, nunca de la nada. ¿Destruirla? Difícilmente a cero.

¿Por qué a mucha gente no le gusta Borges, por mencionar a alguien, o no entiende nada o al menos no puede apreciar por qué es tan reconocido por otros (siempre puede no gustarle a uno mismo)? Posiblemente en gran parte de los casos sea porque no lo leyeron. Ya sea porque alguien les dijo que era difícil, o porque leyeron de un par de hojas a un libro entero y no entendieron lo que decía, o era mucho esfuerzo ir a buscar algunas de todas las expresiones a un diccionario o en Internet. Tal vez nunca nadie les explicó ni ellos se molestaron en preguntar, en la escuela o en otro lado, todo el sentido que se le puede dar a una gran obra, el sentido que se le da a los símbolos que en ella aparecen. [Personalmente creo que uno puede distinguir un obra maestra cuando se pueden descubrir significados mucho más allá de lo que el autor se planteó originalmente al escribirla. ¿O acaso Cervantes tenía otra intención que no fuera una parodia a las novelas de Caballería de moda en la época para su Don Quijote? Sinceramente no lo creo y aún así...]

En otras palabras, mucha gente no tiene un stock cultural (stock que es por cierto, inmensurable) apropiado para entender ciertas cosas. Para crear más cultura con cierta complejidad y originalidad sobre todo. ¿Elitista? Posiblemente. La cuestión es que la gran parte nunca contó con la oportunidad de adquirir dicho stock.

Por un lado, la destrucción del sistema educativo público, laico y obligatorio es un factor de peso en este sentido. Esto impide que aquel que no tuvo la oportunidad de ir a un "buen colegio" pierda uno de los primeros contactos con cierta cultura. La cadena cíclica sólo lleva a más pobreza y marginalización culturales. La estigmatización social del "pobre", de la que los medios masivos son grandes responsables [y los políticos no se quedan atrás: fíjense si no en la ridiculez de lo que pasó el último 25 de mayo con la fiesta del Gobierno Nacional por un lado y la reapertura del Colón del Gobierno de la Ciudad por el otro], dificulta que aquél que se encuentre en determinadas condiciones socio-económicas se acerque de manera crítica (y no sólo como un lindo paseo de sábado) a ciertas manifestaciones culturales, a las que la escuela le pudo haber brindado un primer contacto. Esto no quiere decir que alguien con escasos ingresos no pueda abrir la puerta del arte. Pero al menos no se lo están haciendo nada fácil. Y un concierto multitudinario como el de ayer no basta por sí solo, más allá de gloriosas intenciones.

No obstante lo dicho, este fenómeno no es de ninguna manera propiedad de una clase social. La celeridad de la vida moderna es contraria a un desarrollo cultural que permita a los individuos descubrir las maravillas que se esconden detrás de ciertos párrafos u obras de arte a su vista ininteligibles. La premura con la que se vive hoy en día complica mucho la tarea de reflexionar, pensar sobre lo que se está viendo. Incluso ir a buscar una palabra al diccionario es un despropósito temporal. De esta manera, muchos planes de estudio se piensan de modo de formar entes productivos cual cadena de montaje antes que seres racionales. Leer los fundamentos filosóficos de una teoría se entiende como una pérdida de tiempo y el mainstream será la teoría que resulte más práctica. Así, por ejemplo, una flamante Lic. en Economía del Instituto Di Tella a la que poder adquisitivo no le falta, no sabía lo que quería decir la palabra crepúsculo (evidentemente antes de que saliera la película).

El lenguaje, como ven, es una primera víctima de todo esto. Cada vez se habla más a lo Newspeak de 1984 (si quieren saber a lo que me refiero, lean la novela y los efectos que se buscan imponiendo dicha lengua). Dirán ustedes: "¿para qué le sirve a un economista saber lo que quiere decir crepúsculo?" Seguramente que en cuanto a economista, poco o nada. Sin embargo, si bien es solo un ejemplo, esa es justamente la mentalidad imperante. ¿Y esto para qué sirve? ¿Cómo vas a vivir de esto? No hay tiempo para lo que no sea productivo, sobre todo a corto plazo, al menos desde el punto de vista del individuo. Incluso la creatividad para producir se desprecia muchas veces si es que no se ve materializada en un futuro cercano.

Estoy seguro que no nos vamos a morir por no entender nada de nada sobre ningún arte. Pero piensen, en base a la experiencia que tengan, como sería vivir entendiendo un poquitito más...

Nota: como se habrán dado cuenta, en realidad el concepto matemático mencionado en el primer párrafo, si bien tiene algún parecido, no es realmente lo que expreso como idea de cultura a lo largo de la entrada. Pero quedaba cool ;) Además aclaro que a través de esta idea hago referencia a una concepción generalizada de lo que es la cultura, la que debe ser evidentemente sujeto de debate y posiblemente de otra entrada, ya que no es esto de lo que hablo acá.

viernes, 18 de junio de 2010

Cortocircuito sociológico

Hará aproximadamente un mes, una amiga, compañera de la facultad, y yo presenciamos una situación a la que a mi entender podría llamarse de tensión sociológica. Tomamos el subte en Facultad de Medicina como siempre y cuando ya habían pasado un par de estaciones, una familia se sube al vagón donde viajábamos. Esta estaba compuesta por una madre y tres hijos si mal no recuerdo ahora. La mujer estaría rondando los cuarenta y tantos años y los hijos tendrían entre seis y once o doce años aproximadamente. La edad de la madre me era difícil de descifrar (como sabrán quienes me conocen era aún más difícil para mí). Su rostro mostraba señales de abatimiento, de haber pasado una vida dura. Era de relativamente corta estatura y un relativo sobrepeso. Cabello y piel oscuros. Ropa deportiva pero evidentemente no original y por consiguiente no demasiado cara. Los pibes se parecían físicamente a la madre -relación que en realidad estoy asumiendo- aunque estos eran muy delgados. Si mal no recuerdo el más chiquito llevaba guardapolvo blanco, tendiendo a gris. La verdad es que, además, olían un poco. No un olor muy fuerte, pero algo desagradable, que hacían presumir que los lugares por los que habían estado no eran exactamente muy higiénicos. No podría precisar si provenía de uno o de todos. No es del todo relevante. Habían subido con bolsas que parecían tener comida: fruta y algunos paquetes más cuyo contenido no alcancé a distinguir o no recuerdo. Se pusieron a comer, mientras charlaban entre ellos, algo de lo que llevaban.

La verdad es que hasta entonces, los pasajeros del vagón, incluidos mi amiga y yo, se encontraban sumidos en las conversaciones de siempre, o en el silencio habitual que caracteriza a los viajeros solitarios. En el momento en que esta familia subió, algo se rompe en la atmósfera: el vagón queda en silencio. Solo se oía el traqueteo del andar de la formación y voces provenientes de otros vagones y de los recién llegados. La familia en cuestión seguía charlando sin advertir lo que sucedía alrededor. Era algo sobre algún programa de televisión. No recuerdo bien. El aire se podía cortar con un cuchillo.

En ese lapso, pude estudiar a los otros pasajeros que iban en el vagón. Casi todos ellos eran presumiblemente de clase media en todos sus matices. Había otros estudiantes en el vagón, la mayoría supongo que eran de Ciencias Económicas (mi compañera y yo somo estudiantes de Economía) o de Medicina, dado que muchos se habían subido con nosotros. Había también trabajadores, asumo que una gran proporción de ellos oficinistas, visto el atuendo que portaban. Algunos observaban con un asco inconfundible, otros lo hacían con miedo. Estaban quienes fingían indiferencia y miraban de reojo. Sospecho, y esto es sólo una sospecha porque no tengo más que la lectura de sus miradas y cierta experiencia personal al respecto, que la gran mayoría de ellos no entendía nada. Al menos nada estaba pasando por sus mentes más allá de lo que sus rostros reflejaban.

Se había generado un cortocircuito en ese vagón. Había algo en un lugar en el que aparentemente se suponía que no debía estar. Se respiraba incomodidad. La Línea D de subte pasa por algunos de los barrios de mayor poder adquisitivo medio de la ciudad. A muchos de sus habitantes la realidad de esta familia, como la de muchas otras en su misma situación, les es ajena. Posiblemente les resulte incompresible sin ponerse a pensar un buen rato. Ser más "inteligente" no ayuda en este caso. No quiero decir con esto que la población de, digamos, Belgrano sea más "insensible". De hecho muchos prejuicios se dan en sectores sociales con ingresos medios menores a los de dicho barrio. Simplemente infiero que, de alguna manera, los pasajeros parecían mostrar con sus gestos que esta familia desentonaba con el paisaje.

Evidentemente, este era casi con seguridad el caso de al menos uno de los pasajeros. En un momento, quien yo asumo era la jefa de la familia se dirige a un hombre de unos treinta y tantos años para preguntarle la hora. Si bien la manera en la que la señora se dirigió al caballero que estaba de pie muy cerca de su grupo familiar -nosotros también lo estábamos- fue, cuando menos, algo áspera, la reacción del individuo fue lisa y llanamente maleducada. Le respondió cualquier hora, sin mirar el reloj y de pésima manera. La reacción de la mujer fue de sorpresa, lo que se vio en su cara. Y espero que de cierta indignación, aunque se quedó callada luego de un "gracias" un poco más suavizado, pero sólo un poco. Después de unos segundos de silencio continuó su conversación anterior. Esta expresión de sorpresa nos dice que ella no esperaba tal respuesta, posiblemente porque de cierta manera creyó que estaba siendo amable en su modo de preguntar. Entiendo que existe la posibilidad de que no conociera formas muy distintas de expresarse, y que definitivamente no tenía ninguna animosidad contra el destinatario de su pregunta. Evidentemente este hombre, dada su manera de responder, no entendía nada de esto. Y sólo eso es lo que quiero decir. Realmente no creo que fuera un "hombre malo". No podría afirmarlo de ninguna manera. Posiblemente tuviera miedo de que le robaran o algo así, pero el peligro no era para nada evidente.

La imagen mediática que se da desde hace décadas a temas sensibles para la opinión pública como la inseguridad (no quiero decir que la seguridad no haya aumentado, pero sí que su tratamiento de parte de los medios masivos no es honesto), la pobreza, o las manifestaciones callejeras (casi todas ellas), entre otros, es tan perversa que logra que los más sometidos a los vaivenes de la economía y la política, (asalariados de muchos tipos, cuentapropistas, estudiantes de casi todo tipo, desocupados, etc.) guarden rencores infundados entre ellos. Incluso lo que nos pueden enseñar en nuestros hogares desde chiquitos, si la escuela no pone las cosas en su lugar -porque no quiere o porque no puede-, puede llevar a reproducir esta situación de rechazo. La mayoría de estos prejuicios surgen de la incomprensión. Incomprensión que pareciera ser fomentada por sectores de poder concentrado, tanto político como económico. Los gobiernos, en vez de ayudar, juegan para el contrario. Mientras, el tejido social se resquebraja y nosotros aquí, ellos allá y los otros más allá. Mientras, los de abajo siguen tan abajo como siempre y cada vez más abajo. La exclusión es una de las raíces de todos los males.

Una madre con sus hijos se baja en Palermo, posiblemente para tomar el tren, dejando un pedazo de manzana mordida en el suelo del vagón, la frase "No me quiero perder el Bailando" flotando en el aire y algunas dudas en la cabeza de dos jóvenes estudiantes de economía.

Nota:
Luego de haber utilizado el término tensión sociológica he descubierto que éste está en uso en la jerga sociológica (strain theory). Quiero aclarar que no quise hacer uso aquí de él en la manera en que lo usan los sociólogos. Para ver de qué se trata, acá está el artículo correspondiente en Wikipedia: http://en.wikipedia.org/wiki/Strain_theory_(sociology)

sábado, 10 de abril de 2010

Del periodismo deportivo en particular y del periodismo en general

Fragmento de una conversación que tuve con mi gran amigo Fede (estudiante de periodismo deportivo en TEA) cuyo disparador fue una nota excelente nota publicada por él en Planeta Boca Juniors sobre abismo deportivo e institucional en el que se encuentra sumido el club de nuestros amores.

Marco en blanco y Fede en verde:
...
2qestá muy bueno...
excelente...
una pregunta... cuando decís "algunos muchachos con microfono abierto" a quien hacés referencia? o a quién hace referencia guerrero?
eso dijo guerrero
supongo que a Martín Costa, MP, Arévalo, Closs, Fantino
etc etc etcxD
jjj
o sea, a periodistas... no a compañeros a los que de casualidad se les dio un micrófono y deslizaron algo, o se les cayo sin que se dieran cuenta... como creo que fue el caso cáceres-.--
nono, a periodistas
bah, así lo interpreté yo
ah ok... entonces tengo un pero...
vos sabés que siempre tengo un pero XD
lo estaba es "perando"
es un detalle nada más
el rencor es irrelevante...
y más como describiste el caso de closs...
es que es verdad
tengo el audio
post copa libertadors 2007
ya sé... te creo
es que vino riquelme y ble ble ble 50 min hablando
y ahora lo re putea
pero el rencor es irrelevante...
es para separar y no meter a todos en la misma bolsa
justmente por eso... porque no sabemos en qué momento habló por convicción
y en qué momento lo hizo por motivos non sanctos
-porque la posibilidad existe de que hable bien estando pago, que hable mal estando pago... o que en un momento el que pagaba dejo de pagar y empezó a pagar otro... o el último pagó más... o simplemente el que paga cambio de opinion por algún motivo
por eso... no es una cuestión de "indisimulado rencor"... el rencor no pesa.. ojalá pesara...
es verdad eso
y eso me lleva al tema de fondo que es la forma naturalizada (no natural, sino naturalizada) con la que el periodismo (y no solo el deportivo) se maneja
en el periodismo deportivo es más obvio, y a la vez más dificil de darse cuenta
y me explico... es más obvio, porque los cambios de opinión son más frecuentes... viven diciendo boludeces infundadas, viven mintiendo, son todos veleta... viven llevando agua pa su molino (la generalidad de los periodistas deportivos)--- pero es más difícil de darse cuenta porque estamos hablando de un terreno donde los sentimientos de los lectores son los que imperan... nadie se va a poner a analizar, del gran público que lee olé (gran en el sentido de numeroso), el grado de confiabilidad, de veracidad, de verosimilitud incluso, que tiene lo que está escrito en el papel... en el fondo es solo fútbol y la discusión más trascendetal sobre el asunto está dada por una charla en un café
no apoyes a la mediocridad:P
quien la está apoyando? estoy describiendo lo que veo... lo que a mis ojos es la realidad
ahh
pero en parte los justificás?
no los justifico... no les estoy dando una razón para hacerlo justo... estoy diciendo por qué pueden hacer lo que hacen tan libremente
porque nadie hace una análisis del tema sine ira et studio como diría weber
en el periodismo deportivo nadie necesita fundamentar nada, porque nadie exige una fundamentación...
bueno, pero vos para hacerle creer algo a alguien deberías fundamentarlo
no en lo que atañe a los sentimientos
y el futbol para nosotros como sociedad esta arraigado en lo pasional
hay justificaciones siempre, pero siempre relacionadaas con lo emocional... obviamente con lo emocional/subjetivo del lector... el que escribe es consciente de esto
los periodistas deportivos falaces (para ponerle un nombre) no justifican nada con argumentos coherentes o con evidencias visibles a todos, tangibles de alguna manera
por eso hablan de lo que no tienen que hablar, de lo que no tiene nada que ver como es el caso palermo riquelme
por lo menos así lo veo yo
jaja
y todo esto lo sacaste de.. el rencor:P
jojo
el rencor no lo tiene el periodista... lo ve la gente... porque la gente, al menos en lo que al fútbol se refiere, se deja llevar por lo emocional
en otras cosas hay que disfrazarlo un poco más
digo que vos lo sacaste de eso
si... bueno... espero no haber dicho ninguna boludez nomás
a vos que te parece
el mecanismo es básicamente el mismo en otros periodismos... aunque los periodistas no deportivos que realmente creen lo que hacen son más en proporcion... porque mcuhos de lso que no dicen la verdad a su vez están reproduciendo el engaño de otros, porque resulta que a diferencia del objeto del periodismo deportivo, el objeto de los periodistas de economía o política por ejemplo, sí piensa
so... qué te parece?
igual muchos periodistas son deportivos en realidad
y el periodismo deportivo hoy está mal representado
en qué sentido decís que son deportivos en realidad
que hay varios que se recibieron de periodistas deportivos
si... pero el hábito no hace al monje
es irrelevante... no tiene que ver con su formación
o sí, pero no con su formación como periodistas deportivos
vos decís que los periodistas son mejores que los deportivos
xq piensan
nonono
primero que lo que dije de los que pensaban y los que no, me refería al objeto de estudio (por decirlo de alguna manera) de las dos variantes de periodismo
o sea... jugadores de fútbol (no piensan) y economistas y políticos (viejos zorros)
aunque no le prestes mucha atención a eso porque en realidad al fútbol no lo manejan los jugadores
en realidad planteé mal lo de las proporciones de honestos y deshonestos
lo que quise decir con eso es que el periodista común puede estar siendo engañado y creer igualmente que el está diciendo la verdad
porque los temas que tocan son de vida o muerte muchas veces... la gente los controla desde otro punto de vista (por más que la pasion siga presente), etonces el buen periodista, lo guie la mala intencion o no, esté simplemente siendo engañado o no, debe tener un cuidado superior
sí, no se .. puede ser
aunque el deportivo siempre está a la sobra de grondona
que no se si es de vida o muerte
pero te deja sin laburo, seguroxD
no me refiero a vida o muerte para el periodista solamente
sino para la audiencia del periodist
ahh
estoy exagerando igual cuando digo vida o muerte... pero no demasiado
...

Me gustaría agregar además que el rencor, o sea cual sea el sentimiento humano, o incluso la inexistencia del mismo que aparentare llevar a un profesional a hacer algo o no es irrelevante en cualquier crítica periodística y eso corre también para la vida política entre otros planos de la vida social. Lo que importa a la crítica "seria" son los actos de los funcionarios públicos no sus sentimientos humanos ni su vida privada. Y en muchísimos casos ni sus dichos o discursos son relevantes, en todo caso sus consecuencias . No sólo todos estos elementos, incluyendo su vida privada, no tienen importancia a la hora de evaluar una gestión, sino que además confunden y desvían el objeto de lo que debiera ser la crítica. Porque si el responsable de hacerlo, no denuncia la falta y solo ataca lo que más vende, o ve fantasmas donde no los hay, entonces las cosas pasan una vez y pasan dos veces, y nunca podemos escapar del sometimiento. Porque uno coincide mucho con el discurso progresista de algunos, pero muchos de sus actos de progresistas no tienen nada y la desigualdad avanza. La desigualdad avanzaba hace 10 años, hace 20 años, hace 30 años... y para los que dicen que con los militares estábamos económicamente mejor: más bien que estábamos mejor, ellos empezaron a hacernos mierda, para destruir un país no bastan 7 años (y bastante avanzaron en su cometido).

Observando el comportamiento de nuestro periodismo nacional en su generalidad, especialmente en los grandes medios masivos de comunicación, pareciera que fueran ellos los que se están dejando llevar por algún tipo de encono particular. Antes ovacionaban al riojano, después al santacruceño, ahora están buscando a uno para encumbrar porque el santacruceño ya no les sirve. Pero no es ni lo que pasa con el campo, ni la creciente pobreza, ni la inflación lo que pareciera moverlos. De ser así tendrían que haber advertido que la capacidad de crecimiento se iba a agotar más temprano que tarde (más allá de la crisis internacional) dadas las circunstancias y acusado tan enfáticamente como lo hacen ahora; tendrían que haber hecho caso a las voces de los pequeños productores que salían a protestar antes de la 125 porque para ellos los impuestos ya eran altos (nótese que no tiene acá nada que ver que lo que yo opino del campo). ¿Qué tuvo que pasar para que empezara la "guerra"? Se dijeron cosas que al gobierno no le gustaron (sean verdad o no). Se tomaron medidas que no le gustaron a los multimedios, sobre todo a uno.

Por entonces se salió a defender al periodismo independiente y al presidente salió a decir que no existe tal cosa. Pregunto yo, ¿se defiende el periodismo independiente? ¿independiente de qué? ¿Acaso quienes escriben para un diario son independientes a ese diario? Más allá de las inoportunas declaraciones de la presidente, algo de verdad subyace en ellas.

martes, 23 de febrero de 2010

El mundial de la canción

Viña del Mar 2010 (nada cotra nuestros vecinos). La organización ideó un festejo por el Bicentenario del hermano país. ¿La idea? Un despropósito: se realiza un concurso para saber cuál es la mejor canción del siglo XX. Una especie de mundial de la canción, donde cada país elegido tiene su representante. Se ponen en la misma bolsa canciones como "'El día que me quieras', de Gardel, que será interpretada por el argentino Cristián Soloa (yo no lo conocía de nombre ni de cara ¿y usted?); 'La flor de la canela', de la peruana Chabuca Granda, cantada por Sandra Muente, y 'Eres tú', del grupo español Mocedades, por la banda SEIB. Además, Simona Galeandro pondrá voz a 'Volare', del italiano Domenico Modugno; Elliott Yamin interpretará 'Rock around the Clock', de Bill Haley y The Comets, mientras que la banda The Thirst revivirá la mítica 'I Can't Get No (Satisfaction)', de The Rolling Stones. En tanto, Melanie Dahan entonará 'La vie en rose', de la francesa Edith Piaf y Louis Guglielmo; Rodrigo Fernández interpretará 'Si nos dejan', del mexicano José Alfredo Jiménez; Coco Freeman cantará 'Para Vivir', del cubano Pablo Milanés, y Difuntos Correa recordará 'El tiempo en las bastillas', del chileno Fernando Ubiergo".

Pregunto humildemente cuál es el sentido de comparar canciones que se creen genialidades. Es imposible comparar a Gardel con Jagger en ese sentido. Directamente no se puede. Esto no es fútbol, es arte. Incluso en la medida en que el fútbol se asemeja al arte, tampoco se lo puede comparar en este sentido. Por otra parte, ¿no es suficiente con el hecho de que son genialidades? ¿Cuál es el móvil para buscar una mejor que las otras? Como si a ese nivel esto fuera posible.

  • Primero son diacrónicos. Cada uno vivió su tiempo, su época su cultura y estas canciones son el resultado de ello. No es lo mismo hablar del período entre guerras que de la segunda posguerra. En ningún sentido. ¿Será que al mismo tiempo juzgan esto también? Sería estúpido y hasta ofensivo.
  • Segundo, son distintos estilos. Es como si me pusiera a comparar qué es mejor ¿lo dulce o lo salado? Uno puede decir que algo le gusta más que otra cosa, pero a todos comemos algo salado Y algo dulce. Y nos encantan tanto cosas dulces como cosas saladas. Necesitamos las dos.
Fuera de esta discusión, quiero mostrar lo que fue el "representante" argentino. Y se los comparo con el original. Claro, acá tampoco hay comparación... pero por otros motivos:



Ahora sí, disfruten:



Tenemos lolitas, tenemos donjuanes;
Lennon y McCartney, Gardel y LePera;

tenemos horóscopos, Biblias, Coranes,

ramblas en la luna, vírgenes de cera.


Nada más Su Señoría.

domingo, 7 de febrero de 2010

Volver

Cantaba Gardel. Hoy, después de un año, cuatro meses y 21 días de ausencia vuelvo al ruedo. Mucha agua ha pasado bajo el puente desde aquella rara y burda reivindicación de la lengua española surgida de una incomodidad personal. Dedicado a los cuatro gatos locos que pasen eventualmente para leer esta entrada, me gustaría hacer un raconto para nada exhaustivo, aplicando un orden imperceptible, del vasto universo de eventos que se acontecieron en estos tiempos. Economía, política, deportes, artes, ciencias, vos y yo...

Ya el sistema derrumbado le deja paso a... ¡más capitalismo! Ya nadie va a recitar el preámbulo de la Constitución. Ya el Cabezón gritó ¡Campeón! Ya no existe el Cerdo que comía Violetas tras Los Andes pero a las que quedan ya nadie las riega y pueden marchitarse. Ya me saqué un 3. Hoy San Martín hace cruzar el Atlántico a sus huestes bajo el amparo de Dios. Hoy Buenos Aires me mata: no está bueno ni está Haciendo ni trabaja. Ya me enamoré. Ya el Clarín sonó distorsionado. Ya el Gran Jefe a la carga ordenó. Pero hoy es tan rico como los Nobles. Ya Bill sacó el 7 y las Manzanas son planas como la Tierra. Hoy el bolsillo tiene pérdidas. Ya La Nación argentina occidental y cristiana anunció una dictadura: votó más gente que de costumbre donde el gas siempre fue rey absolutista. Ya trabajé. Hoy los cruceros caribeños visitan el paraíso del cadáver cercenado por los billetes que los forran. Ya pasaron Bali, Copenhague, to be continued de la crónica de un pandemónium cada vez más próximo. Gaia está enojada. Hoy el Olimpo pende de un hilo. Ya la Reina del Plata fue Dakar sin beduinos... dos veces (tengo fotos). Ya nadie le va a decir gracias a la vida porque Latinoamérica se quedó sin voz. Ya me desenamoré. Ya golpearon Honduras. Hoy en Honduras no pasó nada. Ya la opulencia y la repulsa bailó por un sueño, y la opulencia y la repulsa fueron reyes por un día. Ya voté. No ganó el mismo. Ganaron los de siempre. Ya el miedo nos transformó en asesinos y el pueblo hizo coherente la incoherencia (de la rubia). Ya a la rosa que estuvo de acuerdo el humo la marchitó. Hoy todos quieren saber cual es el secreto de sus ojos. Ya los mosquitos, los chanchitos, los gobiernos y los medios paralizaron al país en vano. Hoy tengo una compu que anda. Ya la pulga català conquistó el mundo picando al León. Hoy el negro que fue blanco dejó de ser, se quebró el creador de quiebre. Ya un auto con una familia hicieron un acto de magia. Hoy no saben qué hacer con el Central. Ya fui a ver a Joaquín...

Seguro me estoy olvidando de algo muy importante. Se los dejo a ustedes. Yo doy por reinaugurado mi blog.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

En español sentimos...

No es una cuestión de nacionalismo absurdo. Mucho menos de tratar de imponer una moda. Pero me gustaría pedirle al que esté leyendo esto que trate de no usar expresiones que no ertenezcan a su idioma cuando no haya necesidad de hacerlo. No me refiero a palabras que ya estén incluidas al vocabulario diario como lo son los términos relacionados con la informática u otros. No estoy en contra de que se enseñen lenguas extranjeras en las escuelas. De hecho, yo estudio dos y me parecen indispensables. Me dirijo especialmente a todos aquellos que usan frases como: "sorry", "please", "bye", "hi" "I love you" excesivamente. En cualquier conversación, ante cualquier error aparece el sorry. Al amor de su vida un I love you. Y a cualquier pedido lo corona el 100% de las veces con un pliiiiiiiiiiiiiiiiiis!

¿Por qué la gente usa frases en otros idiomas, sobre todo en inglés? Si bien esto tiene efectivamente que ver con la moda y con el permanente contacto que se pueda tener o no con otra lengua, existe, a mi entender, una razón algo más psicológica si se quiere. Es mucho más fácil decir sorry que pedir perdón. No soy especialista en lenguas ni nada por el estilo. Digo todo esto desde el sentido común. Pero cuando uno habla en su lengua materna, me parece que se sienten más las palabras. No importa cuánto más o menos pueda uno conocer otra lengua. Existe un compromiso entre el sentimiento de arrepentimiento y el sonido de la palabra perdón, lo que no quiere decir que no se pueda mentir pero al decirlo en otro idioma es como si te estuvieras sacando algo de encima. Como si te escondieras detrás de una careta.

Se los digo porque hace unos años, yo mismo introducía palabras en inglés sueltas y sin ninguna razón en el medio de, por ejemplo, una charla con un amigo. A los 15 me di cuenta de que la lengua de uno tiene un sabor especial. Se siente, se palpa de manera distinta. Cada palabra tiene una masa y un volumen específicos para los que nacieron con ese idioma. Esto viene al caso porque hay quienes, con altos estudios, profesionales recibidos, desconocen la incidencia que puede tener en los otros cada palabra de lo que se dice. Pueden herir a un amigo o a sí mismos, y alentar al enemigo sin darse cuenta. Las palabras en otro idioma no dañan a nadie (por eso se acude a ellas), pero tampoco lo ayudan.

Me animaría a decir que la gente que más habla de esta forma es, generalmente, más superficial, o al menos lo aparenta. Tenés la sensación de que basta una charla de diez minutos para sacarle la ficha completa. Ya que se esconden, puede haber mucho, poquito o nada. Yo personalmente me inclino a pensar lo último. Ocultan la nada que llevan dentro.

Digamos entonces no importa, lo siento, hasta siempre, te quiero como sabemos hacerlo, en español (rioplatense en lo posible).

viernes, 15 de agosto de 2008

Su voto, ¿no es positivo?

Empiezo a escribir esta entrada siendo las 02:15 del día 23 de julio. Ya pasaron unos días desde aquella madrugada en la cual Julio Cleto Cobos, Vicepresidente de la Nación, se vio obligado a definir la sanción de la resolución nº 125 del Ministerio de Economía en ley. Y, como todos sabemos, lo hizo en contra de la propuesta del gobierno nacional.

Tengo 18 años y por primera vez en mi vida, siento que el Congreso existe. Me quedé (sí, duden de mi cordura) hasta las 4:30 esperando la definición. Los senadores, como nunca los había visto antes, esgrimían argumentos para sustentar su posición y muchos hasta llegaron a mostrar rasgos de cierta erudición, impensada para un ente cuyo único objetivo de vida aparentaba ser calentar una banca y cobrar... o no calentar una banca y cobrar también. Desde aproximadamente las 23 hs de la noche anterior, ya se sospechaba que de haber asistencia perfecta, estaríamos en presencia de un empate. Sin embargo las exposiciones continuaron e incluso sus tonos fueron in crescendo (salvo cuando fue el turno del expresidente cuyo discurso fue un verdadero soporífero). Cuando efectivamente el empate se produjo, y se confirmó luego de un pedido de Cobos para pasar a un cuarto intermedio, al Presidente del Senado le llegó el turno de omitir su voto. Su voto no fue positivo. ¿No lo fue realmente?

A mi humilde entender, la decisión de Cobos (permítanme disernir con la totalidad de los medios de comunicación que cubrían la noticia en el momento) no fue a favor del campo ni en contra del gobierno. No. El voto de Cobos sirvió para pacificar, para solucionar. No fue en a favor de la siniestra (estuve delicado) Sociedad Rural Argentina ni en contra de un gobierno caprichoso, ciego, que ve fantasmas por doquier. Fue por el bien de las personas que no poseemos un campo ni trabajamos para el Estado Nacional. Era lo que había que hacer.

No estoy seguro de creer todo esto que acabo de decir, ni de que no haya sido todo una maniobra política montada de alguna manera (hubo personajes obscuros en los votando tanto por el sí como por el no), pero les aseguro que me encanta sentir esto. Que por casi única vez desde que estoy vivo, una de las instituciones de la República funcione con cierta sensatez o madurez. Yo no soy ni peronista ni radical. No apoyé al campo ni al gobierno. No porque no me interesase el tema como algunos pueden llegar a creer o porque no me interese la política ni porque carezca de opinón o, incluso, inclinación política. El problema fue, y sigue siendo, mucho más complejo de lo que los medios lo muestran, si bien es cierto que la solución inmediata era bastante simple.

No pretendí con todo esto más que dar una opinión sobre lo acontecido aquella madrugada. Si quisiera analizar el conflicto en sí, necesitaría una entrada muchísimo más larga que esta.

Nota:
Esta entrada es la vergüenza de mi blog. Es la inocencia la que habla en ella.
Más que la inocencia, son la boludez y el sinsentido los que gritan.

martes, 24 de junio de 2008

Buenos Aires, te quiero como sos

Bs. As., Capital Federal, C.A.B.A, Baires, "La París de Latinoamérica", "La Reina del Plata", "Cabeza de Goliat"...

Mi Buenos Aires querido...

Entre la Avenida General Paz, el Río de la Plata y el Riachuelo, el mundo cambia sus reglas y la lógica pierde su lugar en el pedestal de la mente humana para darle lugar a la espontaneidad y a lo inesperado, al caos que inunda las calles. Contradicciones y extremos, distintas realidades se pasean por sus cien barrios porteños y se entremezclan, se combinan, se funden para lograr esa solución tan densa que es Buenos Aires. Opulencia y miseria, entre otros tantos aspectos de la vida, se fusionan en pocos metros cuadrados. Tenemos que, por ejemplo, en el barrio más aislado de la Ciudad (lo que muy a su pesar no lo hace menos porteño), cuyos accesos, irónicamente, son especies de puentes y que bien podría ser comparado con una burbuja, pudimos ver en la misma foto, para el espanto de más de uno de sus vecinos, niños hambrientos en un comedor en primer plano y de fondo los edificios más representativos del poder económico en Argentina.

Buenos Aires además nos tiene a los porteños. Tipos raros si los hay. No se te ocurra llevarnos la contra porque te habrás ganado al peor de tus enemigos. Decinos que sí, y te habrás ganado un amigo de hierro. Gente que puede ser arrogante un día y que al siguiente puede estar sumida en la peor de las depresiones adjudicándole todo el mal que lo agobia a su mismo ser, es decir, a todo aquello que lo enorgullecía el día anterior. No es en vano el tango la danza y la voz de la Ciudad. Esa melancolía típica del arrabal va a atacar a cualquier porteño que se precie de tal en algún momento de su vida o durante toda su vida. Pero el porteño siempre conserva una chispa. Y en nuestra miseria, en el caos de nuestro diario vivir, nos arreglamos, inventamos una solución.

La mayoría descendientes de inmigrantes tanos, gallegos, rusos, turcos, alemanes, polacos y un largo etc. Heredamos muchas cosas de aquellos que construyeron la ciudad con su llegada. La Boca, manjares, nuestra particular acento, construcciones típicas. Muchas veces comparada con París, queriendo ser ella. A veces (demasiadas veces) olvidándose de lo que en verdad es. Creyendo erróneamente, en su inducido complejo de inferioridad, que aquello es mejor que esto. Y aún así, tratando de ocultar ese complejo, orgullosa como ninguna. Como todo buen Narciso, nadie como yo.

Buenos Aires agoniza de día sí, pero revive de noche. La ciudad con mayor cantidad de teatros de Latinoamérica, incontables salas de cine. Y ahora incluso sus museos abiertos hasta la madrugada. Boliches y bares a montones activos toda la noche para el alegre descontrol de las porteñas y los porteños y todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino. Buenos Aires, noche, tango, magia, fútol. Un porteño puede sin dudas plantear un paralelismo entre el fútbol y cualquier aspecto de su vida. De hecho a diario gambeteamos a la mismisima muerte...

Yo te quiero mi Buenos Aires querido aunque hayas votado a Macri. Te quiero por más que cuando los estudiantes, futuro de nuestra ciudad, piden tu ayuda vos mires a un costado o incluso les arrojes huevos y agua desde tus balcones pero que cuando te seduce un buen fajo de verdes caés en primera instancia a sus pies incluso, sin darte cuenta, dando tu vida por él. Te quiero por la rebeldía que más allá de cierta inocencia, existe todavía en tus entrañas.

Buenos Aires sos lo mejor y lo peor de nosotros. Por eso no entiendo a aquellos que se llaman porteños pero que dicen odiarte... No entienden los pobres infelices que se están odiando a ellos mismos. A mí me gustaría conocer el mundo entero, sólo para confirmar una y otra vez lo que ya sé: que no hay lugar como vos.

Ahí nací. Las Heras y Talcahuano. Y si un día para mi mal viene a buscarme la parca, que sea acá que me encuentre. Y si el Mar Argentino quiso que ella yazga bajo las aguas antes del límite de mi existencia, que cuando esto llegue lo que quede de mi se hunda con ella. Ahí pasé los mejores cinco años de lo que va de mi vida, más precisamente en M. T. de Alvear 1851. En esta ciudad pienso realizarme como profesional. Acá pienso enamorarme. Acá pienso morir, pero más que nada... acá quiero vivir.

A continuación una canción de Sabina y Fito Páez, dos Enemigos Íntimos que para no ser porteños, lo hacen bastante bien (:P) :

Buenos Aires

En Buenos Aires brilla el sol y un par de pibes,
en la esquina, inventan una solución.
En Buenos Aires todo vuela, la alegría,
la anarquía, la bondad, la desesperación.
Y Buenos Aires es un bicho que camina,
ensortijado entre los sueños y la confusión.
En Buenos Aires descubrí que el día

hace la guerra, la noche el amor.
En Buenos Aires leo, fumo, toco el piano

y me emborracho solo en una habitación.

En Buenos Aires casi todo ya ha pasado

de generación en degeneración.

Y Buenos Aires come todo lo que encuentra

como todo buen Narciso, nadie como yo.

Pero el espejo le devuelve una mirada
de misterio, de terror y de fascinación.

Buenos Aires, buenos aires,
buenos aires para vos.
En Buenos Aires toca Charly en un biloche

planetario, es alto y voluptuoso.
En Buenos Aires llega un punto en que ya nada
vale nada y todo vale nada.

En Buenos Aires nos acechan los fantasmas

del pasado y cada tango es una confesión.

Cuando en el mundo ya no quede nada,

en Buenos Aires la imaginación.

Es una playa macedónica tan cierta

y tan absurda viven Borges, Dios y el rock and roll.

En Buenos Aires viven muertos, muertos viven
y no quiero más tanta resignación.

Yo quiero un barrio bien canalla, bien sutil

y bien despierto, supersexy,

quiero una oración
que nos ayude a descorrer el velo

y que termine la desolación.
Buenos Aires, malos tiempos

para hacerte una canción.
En Buenos Aires los amigos acarician

y los enemigos tiran a matar.
En Buenos Aires, San Martín y Santa Evita

montan una agencia de publicidad.

En Buenos Aires, la política… que falta

de respeto, que atropello a la razón.
En Buenos Aires, el fantasma de la ópera

camina solo por Constitución.

En Buenos Aires tengo más de lo que quiero

pero lo que quiero nadie me lo da.

En Buenos Aires hay un Falcon pesadilla

en el museo de cera de la atrocidad.

En Buenos Aires falta guita pero sobran
corazones condenados a latir.

En Buenos Aires amanezco, resucito,
me defiendo a gritos, quiero ser feliz.

En Buenos Aires cuando hablamos de la luna

solo hay una: la del Luna Park.
En Buenos Aires he perdido mil batallas

pero hay una guerra que pienso ganar.

Buenos Aires.

En Buenos Aires brilla el sol y un par de pibes,

en la esquina, inventan una solución.

(cuando en el mundo ya no quede nada)
en Buenos Aires todo vuela, la alegría,

la anarquía, la bondad, la desesperación.

Todas las noches sale el sol

todos los días vuelve el sol.